¡La invitación que el Señor nos dirige hoy no puede dejarnos indiferentes! En sólo dos versículos del Evangelio encontramos muchos elementos para la meditación personal que, como en otros pasajes del Evangelio, implica la humildad de reconocer cuanto nos cuesta hacer vida estas invitaciones.
Sin embargo, es lindo pensar que el Señor no nos pide nada imposible, y que si en este momento nos parece que realmente no podemos dar estos pasos, con su ayuda ciertamente podremos vivir nuestras relaciones en una manera evangélica, logrando superar las dificultades que encontramos.
Meditar estas palabras de Jesús son una importante ayuda en nuestro camino porque nos permiten crecer en la humildad y la confianza en Dios, precisamente porque reconocemos que "nuestras medidas" son limitadas y pobres.
¡Hoy pongamos ante el Señor aquellas situaciones que parecen difíciles de superar y dejemos que Él nos muestre los caminos a seguir!
PRIMERA LECTURA
Nosotros hemos pecado, hemos faltado.
Lectura de la profecía de Daniel 9, 4b-10
¡Ah, Señor, Dios, el Grande, el Temible, el que mantiene la alianza y la fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos!
Nosotros hemos pecado, hemos faltado, hemos hecho el mal, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y tus preceptos. No hemos escuchado a tus servidores los profetas, que hablaron en tu Nombre a nuestros reyes, a nuestros jefes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país.
¡A ti, Señor, la justicia! A nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como les sucede en este día a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos, en todos los países adonde Tú los expulsaste, a causa de la infidelidad que cometieron contra ti.
¡A nosotros, Señor, la vergüenza reflejada en el rostro, y también a nuestros reyes, a nuestros jefes y a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti! ¡Al Señor, nuestro Dios, la misericordia y el perdón, porque nos hemos rebelado contra Él! Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, para seguir sus leyes, que Él puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Perdonen y serán perdonados.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 6, 36-38
Jesús dijo a sus discípulos:
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.
Palabra del Señor.
Comments