Nuestro camino de Cuaresma continúa y es lindo descubrir cómo la Iglesia nos permite RECORDAR sus inicios. Al hacerlo, resplandecerá en nuestros corazones la certeza de un gran amor que nos precede y desde el cual estamos invitados a mirar a nuestros hermanos.
En efecto, podemos construir PAZ desde el recuerdo agradecido de este amor, todos lo hemos experimentado, cada vez hemos sentido che nos salvamos gracias a nuestros méritos probablemente nuestra mirada hacia el otro se volvió dura, enjuiciadora. un poco como la de los fariseos.
Hoy durante el día tratamos de recordarnos este amor, que las Palabras del Papa Francisco nos ayuden:
es importante tener “el recuerdo, siempre, de nuestros orígenes, del lugar donde el Señor me miró; esa fascinación de la mirada del Señor que me llamaba a ser cristiano, a ser apóstol. Este recuerdo debe acompañar la vida del apóstol y de todo cristiano”
Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 5, 27-32
Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?”
Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan”. Palabra del Señor